Ella es una chica, llamémosla “Aseguradora”. Lleva en este mundo desde hace mucho tiempo, y cual Benjamin Button, parece que lejos de envejecer, cada vez goza de mayor y mejor juventud. Aquella noche “Aseguradora” entró por la puerta grande a la fiesta de la Transformación Digital. Nadie le dio permiso, no tenía invitación a la celebración del futuro tecnológico, fue por puro instinto, una impronta de su propia naturaleza orientada al cliente. No dijo nada, simplemente identificó su propia necesidad y la de los suyos, dio una patada en dicha puerta y entró al salón principal cargada de disrupción junto a su séquito de fieles amigos conocidos como talento, tecnología, agilidad e innovación. Su entrada nos dejó a todos perplejos, con la boca abierta. Relucía poder, reflejaba futuro. Hacía mucho que no sabíamos de ella, ¿quién podía creer que una chica así, ya de por sí disruptiva, podía exponenciarse aún más a todos los niveles tecnológicos en estos últimos años?, ¿quién iba creer que le sentarían tan bien tecnologías exponenciales como IoT o Inteligencia Artificial a su naturaleza ya de por sí altamente digitalizada?
Nos quedamos un rato mirándola perplejos. Hacía calor, por lo que desplegó con clase su abanico de tecnologías, dejando de manifiesto así su pertenencia de alta clase a un sector asegurador dispuesto a comerse el nuevo mundo Insurtech. Sin embargo, si mirabas con detenimiento, algo faltaba en su mirada. ¿Qué hacía llenar de agua los ojos de “aseguradora”? ¿Qué representaba esa lacónica mirada entre tanta abundancia y entre tan elevado potencial?
“Aseguradora” levantó la vista e hizo un repaso panorámico de la fiesta. El salón estaba repleto aquella noche, se podía ver la mesa de los softwares hablando de automatización, la de los cores jóvenes llenos de vida teniendo una interesante conversación sobre microservicios, la mesa del Customer Experience reía y aplaudía con fuerza, el talento disfrutaba y parecía no querer que la noche acabase nunca. Al final del salón “Aseguradora” identificó la mesa de las tecnologías exponenciales, allí estaban sus grandes amigos de IA, IoT, RPA, hasta el señor SISnet360 intentando acaparar conversación. Pero, un momento… ¿Quién era esa chica que estaba en la mesa con ellos? ¿Quién era y que hacía convergiendo en la mesa de las tecnologías exponenciales? Tecnología se dio cuenta de que su amiga “Aseguradora” no podía apartar la mirada de la chica nueva de esa mesa en convergencia, así que se apartó del séquito, se acercó a ella, y le murmuró algo en el oído: “Es Blockchain, ven que te la presento”.
Aquella noche hablaron sin parar, parecía como si se conocieran de toda la vida. “Aseguradora” supo desde el primer momento que Blockchain, con su potencial para proporcionar certeza absoluta en la integridad de datos con acceso y gestión eficiente de los mismos, y las posibilidades de desarrollo de nuevos modelos de negocio, pasaría a ser la nueva protagonista de su vida profesional.
“Aseguradora” no dejaba de sorprenderse con cada frase que salía de la boca de Blockchain. Le generaba mucha curiosidad todo lo que tenía para decir. Actuaba como una simple red P2P, pero parecía ocultar mucho más en su interior. Pronto se dio cuenta de que era capaz de funcionar como un registro transparente e inmutable de veracidad. Le habló de sus Smart Contracts, y de cómo registra eventos y detona acciones previamente contempladas, cómo automatiza el envío de información sensible, la transmisión de un activo o de un pago, siempre sin intermediarios debido a la autonomía de su naturaleza. Los Smart Contracts de Blockchain captaron toda la atención de “Aseguradora”, la posibilidad de conectar el IoT junto a la identidad digital para generar grandes cantidades de información segura que fuera susceptible de ser utilizada para automatizar acciones contractuales en el ámbito de los seguros de salud, hogar, autos o viajes era algo que le parecía realmente disruptivo y sorprendente. Y para mas inri, todo esto con una comprobación 100% segura y en tiempo real, transformando de manera exponencial la Customer Experience.
Ambas hablaban y las horas pasaban como segundos, y cuando la conversación estuvo en su punto álgido le quiso confesar por qué había venido a la fiesta de la Transformación Digital, quería proponerle casos de uso en los que trabajar de la mano:
1. Hablaron del sector SALUD: Blockchain le contó que gracias a sus bases de datos y a la implementación de Smart Contracts era viable eficientar procesos y abaratar costes administrativos. Le mostró que su tecnología es capaz de proteger archivos y gestionarlos frente a los hospitales o clínicas gracias a esa transparencia en su base de datos. Al almacenar estos datos en Blockchain, los registros médicos podrían quedar relacionados automáticamente de forma totalmente descentralizada, fomentando la comunicación entre los pacientes, los médicos, los hospitales y por último “Aseguradora”. Gracias a su tecnología se reduce cualquier posibilidad de fraude y mejora a todos los niveles las condiciones de contratación de servicios cada vez más avanzados y personalizados.
2. Le contó sobre el sector del AUTOMÓVILES: Blockchain le miró a los ojos y le hizo imaginar una realidad en la que los conductores transmiten su necesidad de seguro a diferentes compañías por igual, lo que dispara el análisis del cliente y un proceso de subasta a la inversa en la que dicho cliente recibe varias ofertas a las que poder suscribirse, todo esto reflejado en un Smart Contract que automatiza su verificación y consecuente activación. El proceso sería muy sencillo, una vez que el cliente decidiera cual es el contrato que más se adecúa a sus necesidades, Blockchain verificaría su identidad mediante un token personal e intransferible para demostrar la propiedad del automóvil, automatizaría el ingreso del dinero de la póliza y le otorgaría al mismo un certificado de su seguro respaldado en ella, una cadena de bloques transparente y de inmediata auditabilidad. Por otro lado, en conexión con IoT, Blockchain llevaría la personalización a niveles elevados, determinando la póliza no en términos genéricos sino en base al journey de consumo. En el momento en que el conductor decida hacer uso de su transporte propio, el Smart Contract identificaría a través de Blockchain la identidad del asegurado, lo que permitiría junto a la tecnología IoT del propio automóvil identificar la manera en que el usuario interactúa con el mismo, desencadenando un comportamiento de la póliza automatizado y totalmente adecuado a la customer experience para eficientar costes para el cliente y optimizar riesgo para “Aseguradora”.
3. Hablaron de conocer mundo y se pararon en sector de los VIAJES: Le dijo que el Insurtech no tiene limites en esta materia, que se podría automatizar las compensaciones y disputas que conlleva la compra del billete de un avión o sus retrasos. Hablaron de poner al cliente en el centro, una plataforma autónoma que revisa permanentemente que se cumplan las condiciones estipuladas en la compra del billete y su póliza asociada. Un software que analice el cumplimiento de horario por parte de las compañías aéreas a través de Blockchain y que en caso de incumplimiento automatice a través de un Smart Contract la devolución del importe que estuviera estipulado previamente. ¡Todo sin necesidad de que el usuario mueva un dedo o gaste su energía en presentación de reclamaciones! Blockchain le enseñó con sus palabras que el camino de su tecnología está marcado por un futuro en el que la satisfacción del cliente es el principal objetivo, una relación de confianza con “Aseguradora” que otorga valor porque se adapta a sus necesidades y deseos en cualquier lugar y en tiempo real.
4. Y por último hablaron sobre compartir riesgo en el mercado del REASEGURO: quedaba hablar de un área crítica en la actualidad para “Aseguradora” debido al alto componente transaccional que tiene con otras empresas y como las ventajas de Blockchain en seguridad, control y trasparencia pueden ayudar a la venta del riesgo operativo a un tercero, con el objetivo de limitar sus pérdidas en caso de un acontecimiento desfavorable. Blockchain le explicó como podría agilizar y asegurar la ejecución de los contratos de reaseguro entre las partes involucradas mediante la digitalización y ejecución de Smart Contract, aportando mecanismos autómatas y contratos incorruptibles, facilitando la negociación y la ejecución de las compensaciones y pagos, por consiguiente, reduciendo burocracia y consiguiendo que los mismos sean inmediatos, frente a los meses que en la actualidad se demora este tipo de trámites. ¡Increíble! A “Aseguradora” le parecía magia como una serie de procesos tan costosos en la actualidad se podrían simplificar con el uso de contratos inteligentes entre el cedente y los distintos reaseguradores y que toda la negociación entre partes pudiera ser ejecutada prácticamente en tiempo real.
Se dieron la mano y “Aseguradora” marchó de la fiesta renovada, la conversación había devuelto la vida a sus ojos. Se dio cuenta que la incorporación de Blockchain a su equipo de tecnologías exponenciales abre un camino a la eficiencia en los procesos, dado que esa accesibilidad que posee la información gracias a ella, permite una medición más eficaz del scoring de cada cliente y le ofrece una gama de servicios más personalizada. Descubrió que la identidad digital permitirá a sus clientes simplificar todos los procesos de Onboarding y una mejora general en toda la Customer Expirence, la cual contará con una oferta pensada en ellos y accesible en cualquier momento y lugar con muy pocos pasos y sin la necesidad de ceder una elevada cantidad de datos en el momento de diseño de las pólizas. Blockchain, Smart Contracts, personalización y customer engagement en sinergia con el talento, la agilidad y la constante iniciativa de innovación. “Aseguradora” supo que con Blockchain el futuro era prometedor, ahora que es una realidad y esos tiempos han llegado, ha descubierto que el presente es aún más alucinante de lo que se imaginaba. Su camino juntas no ha hecho más que comenzar.