Ha llegado una nueva normalidad Banking. Como ya hemos podido ver, el Covid-19 no ha perdonado a ninguna industria. Todas han sufrido de alguna manera, ya sea de manera directa o colateral, el impacto de lo que ha sido probablemente la crisis más importante de la última década.
Si ponemos el foco en el sector financiero, más concretamente en el universo de la nueva normalidad banking, lo que nos encontramos es una tesis muy concreta. Un cruce de caminos en el que las entidades han puesto todo sobre las brasas para reactivar su negocio y salir adelante.
ASÍ ESTÁ LA BANCA EN LA NUEVA NORMALIDAD
En esta nueva normalidad Banking, nos encontramos por un lado con entidades que se han lanzado a la de créditos en apoyo de toda la amalgama industrial. A ser el apoyo de una sociedad cuya situación financiera no es fácil debido al paro creciente o la gente aún en situación de expediente de regulación temporal de empleo.
Pero por otro lado, nos hemos encontrado con entidades que se ven en la necesidad de precaución en la concesión de estos créditos. Esto, debido al gran aumento que estamos viendo en materia de morosidad. Una necesidad de eficiencia en la producción en general. Una optimización de la rentabilidad de todos los modelos de negocio que sustentan.
En esta nueva normalidad banking, la banca se sitúa como un player fundamental de la recuperación económica. Las decisiones que tome de aquí en adelante, serán de máxima prioridad el sistema económico. La banca es quien va a permitir que los cobros y pagos puedan seguir adelante. Quien va a colaborar con que los hogares puedan afrontar sus latentes problemas de liquidez. Sobre todo en lo que respecta sector productivo, donde será el catalizador que mantenga la supervivencia de las organizaciones y el empleo a corto plazo.
Cabe destacar, aún así, que aunque las entidades financieras han dado con esta situación de crisis en un momento de fortaleza, lo que está por venir no será un camino fácil. Hablamos de un trayecto que conllevará afrontar medidas regulatorias, aumento en los índices de morosidad, y más problemáticas que pondrán en jaque en muchos casos la financiación de la necesitada recuperación económica. Es así, que la banca ha de aplicar una serie de claves fundamentales para hacer realidad lo que se espera de ella
LAS TRES CLAVES DE la nueva normalidad banking
Cuando hablamos de claves, hablamos de palancas. Elementos al alcance de la mano del sector financiero en materia de metodología, tecnología y visión de negocio. Elementos que permitan acelerar el proceso de reactivación necesario del sector y de la economía en su conjunto en esta nueva normalidad banking.
LA ACELERACIÓN DE LA DIGITALIZACIÓN
Todos sabemos que la banca lleva en la carrera de transformación digital desde hace ya bastante tiempo. Quizás sea una de las industrias que más en serio se ha tomado la tarea de la innovación en transformación. Sin embargo, lo que parecía ser un proceso de escalado lógico y de avances conscientes, se ha visto apresurado tras la crisis del Covid 19.
El aumento de clientes que demandan una experiencia de cliente digitalizada ha hecho que la banca tenga que acelerar todos estos procesos en los que estaba embarcada. En esta situación, la banca necesita volverse creativa en la generación de nuevos modelos de negocio. Debe analizar al cliente desde la perspectiva de la nueva normalidad. Debe poner a su disposición productos y servicios que cubran las nuevas necesidades generadas por esta situación.
La banca debe replantear la transversalidad del perfil de sus clientes. La digitalización ha ampliado segmentos y ahora es demandado por diferentes tipologías de consumidores. Cada uno con sus propias necesidades de usabilidad. La banca ha de pensar en la interacción con sus clientes y como cumplir con la hiperconectividad que estamos viviendo a todos los niveles. Debe aumentar la omnicanalidad. Ha de tener una trazabilidad del journey cognitivo de los mismos.
LA NECESIDAD DE UNA BANCA MÁS SOSTENIBLE
En la nueva normalidad banking, las organizaciones deben ir de la mano de la sociedad, el medioambiente y la conciencia social. Los bancos están consiguiendo mejorar su imagen a este respecto. Lo están haciendo gracias precisamente a esa labor que están cumpliendo en el otorgamiento de crédito. Dando liquidez a los hogares y famiias. Pero esta situación tiene que ser exponencial.
La banca ha de demostrar que la sostenibilidad del negocio ya no es una cuestión meramente de responsabilidad social corporativa, sino que atraviesa el tronco de todos sus modelos de negocio. Que apuesta por infraestructuras Cloud menos contaminantes, que aplica el dato de manera cognitiva desde el respeto de la privacidad y siempre con la intención de mejorar la experiencia de cliente y no de lo contrario.
Es por tanto, que la banca ha de poner en la mira una transformación social basada en la responsabilidad digital, que vele por el cliente a todos los niveles, incluido en su relación con lo que le rodea tanto a nivel social como medioambiental y de conciencia.
UNA INVERSIÓN POTENTE
En la nueva normalidad banking, la banca debe apostar, y debe hacerlo de manera consistente. La clave de la recuperación económica reside en dar apoyo, sustento y liquidez a todas aquellas compañías que se han posicionado como pilares para la reactivación de la economía en la nueva normalidad.
Unas inversiones inteligentes, que opten por dar cabida en el tejido industrial a aquellas compañías innovadoras en tecnologías estrechamente ligadas a la transformación que necesitamos. Es el momento de dar salida a un nuevo modelo de competitividad, abrir el campo de juego y dejar entrar a players con ideas innovadoras y disruptivas, que ofrezcan nuevos productos y servicios pensados de manera ad-hoc para esta situación.
Un estado de crédito optimista, que crea firmemente que los drivers para reactivar el negocio residen en la creatividad para la creación de nuevos modelos de negocio, la inteligencia interactiva que potencie la omnicanalidad, la confianza hacia la customer centricity de la nueva normalidad y la colaboración tecnológica que permita hacer realidad dichos modelos.
En definitiva, esto, más que una crisis, puede verse como una oportunidad para la banca. Un sector que puede aprovechar la ola de necesidad de sus clientes y posicionarse con un nuevo branding en el tejido de la sociedad. Una banca pionera en iniciativas de digitalización y transformación, una banca ejemplo de transformación sostenible y social, y que invierte de manera potente en la creencia de que podemos reactivar esto sin lugar a dudas.