La actual situación de crisis por la pandemia ha supuesto un cambio de paradigma en la forma de manifestarse los efectos de la misma, así como en la manera de proceder de las entidades financieras para responder y adoptar medidas que les permitan hacer frente a sus consecuencias.
Esta coyuntura ha supuesto la necesidad de una continua adaptación normativa y a la adoptación de medidas urgentes para hacer frente a las consecuencias derivadas de la crisis y prevenir la destrucción del tejido empresarial.
Los cambios regulatorios y cómo estos impactan en el sector de Collection, es una de los puntos de mira de las entidades financieras y concretamente de los miembros de la Comunidad YouSIREC (Comunidad de los líderes de Collection de los principales bancos, entidades financieras, telcos y servicers españolas). Ello se dejo patente en uno de los Talks que conforman la agenda de la Comunidad y que contó con la participación experta de Francisco Uría, socio responsable del sector financiero en España para KPMG.
Estas fueron las conclusiones a modo de recomendaciones en materia de Compliance y Legal Collection en la era pandemia:
1️⃣ Gestión de la anticipación
Esta situación de crisis que se prevé empiece a producir sus efectos próximamente, la gran ventaja que se pude extraer es que, en mayor o menor medida, se puede conocer el impacto y cuándo empezarían a producirse sus efectos, para lo cual es fundamental anticiparse y tener una conducta proactiva con el objetivo de evitar que los clientes incurran en mora temprana.
A través de esta anticipación se pretende prevenir y detectar posibles impagos siempre con un enfoque cliente y sumándose a todos los elementos tecnológicos de gestión automatizada (como elementos de alerta temprana) y omnicanal.
2️⃣ Análisis de la solvencia de particulares
Sabemos que un buen análisis previo de la solvencia es la base en la concesión del riesgo, pero también su actualización es necesaria en estrategias de anticipación y de recuperación. La ley de economía sostenible ya solicitaba que esta solvencia se hiciera sobre la base de una información suficiente. A tal efecto, sabemos que dicha información incluye la facilitada por el acreditado, así como la resultante de la consulta de ficheros automatizados de datos, pero deberá ser lo más exhaustiva y correcta posible para evitar posibles oposiciones de un posterior deudor a que ese análisis fue realizado correctamente.
3️⃣ Análisis individual de viabilidad de empresas
La necesidad de conocer la solvencia también debe llevarse al mundo de las pequeñas y medianas empresas, sector de mayor impacto en esta crisis epidemiológica. El estudio de la viabilidad y salud financiera de las mismas debe hacerse a través de análisis individuales para percibir el grado de afectación de cada una de ellas.
4️⃣ Tecnología y procesos flexibles
Ante una crisis sin precedentes, y con la multitud de respuestas nuevas y tan distintas que se están adoptando al respecto, tanto en la esfera política como en la legislativa, es primordial contar con una tecnología parametrizable, y unos procesos rápidamente adaptables a las demandas del regulador, que no siempre son lo objetivas que debieran, y que pueden ser distintos a posibles mecanismos adoptados en anteriores crisis, que puede que hayan quedado obsoletos.
5️⃣ Apostar por la visita presencial
La gestión del recobro cambia y evoluciona en función de las exigencias del momento. Toda la tecnología actualmente aplicada en Las estrategias de contactación masiva deben combinarse con gestiones presenciales, que se apoyarán en igualmente en herramientas tecnológicas. Esta gestión presencial acerca a las entidades al cliente, llegando a comprender sus circunstancias concretas y permitiendo aplicar la mejor solución para ambas partes.
6️⃣ Alineación de estrategias y colaboración
Un elemento esencial a la hora de afrontar el volumen de impagos al que se enfrentará el sistema financiero es la alineación de objetivos y colaboración entre los agentes implicados. Las entidades financieras deben apoyarse en sus partners habituales para realizar una gestión especializada y centrada en el cliente sin perder de vista la transformación o consolidación digital para mejorar y automatizar los procesos adecuándolos a las necesidades del mercado y necesidades normativas.
Las entidades financieras tienen un rol importante en la gestión y evolución del futuro del recobro, que implica un cambio de paradigma.